Con una tasa de incidencia de casi 430 por cada 100.000 habitantes, Manzanilla albergó ayer en la barriada de Blas Infante el primer cribado poblacional que se ha realizado durante toda la pandemia en la localidad. El alcalde, Cristóbal Carrillo, asegura que «con las ganas que había, el Ayuntamiento lo ha dispuesto todo desde la llamada de la consejería, y ha merecido la pena».
Aunque la cuarta ola dejó apenas rastro en la localidad, que se mantuvo en los cero nuevos positivos durante varias semanas, en estos días se ha producido un notable incremento de casos. Ante esto, el primer edil manifiesta que no se sabe aún si es por la lógica relajación de las medidas o porque hay personas que trabajan en otros municipios y, de manera natural, el continuo contacto supone un riesgo».
Aun así, la participación en este cribado ha sido un factor importante para que este testeo sobre la población haya sido muy positivo, llegando a casi el 50 por ciento de los convocados, con ningún caso positivo.