La Comisión Europea ha presentado una propuesta para reformar el sistema de homologación de vehículos.
Se prevé imponer multas considerables, así como suspender y retirar el permiso a los servicios técnicos que los avalen.
Además, el Ejecutivo comunitario estudia implantar un sistema de vigilancia que controle la adecuación, a las normas comunitarias, de vehículos que ya se encuentran en circulación.
Bruselas pretende que los Estados miembros y la Comisión Europea puedan realizar chequeos aleatorios de vehículos en el mercado.
Asimismo, se reforzará la independencia y la calidad de los test mediante una modificación del sistema de autorización de servicios técnicos. El objetivo es evitar los conflictos de interés entre los fabricantes de vehículos y las inspecciones técnicas.
El Vicepresidente de la Comisión Europea para el Empleo, el Crecimiento, la Inversión y la Competitividad, ha destacado que el escándalo de manipulación de emisiones de la firma alemana Volkswagen «demostró que el sistema que permite a los coches su circulación, necesita ser mejorado».