El Rocío ha vivido un intenso fin de semana con motivo de la celebración de la Fiesta de la Luz. Sin duda, el acto central, siguiendo la tradición del pasaje bíblico en la que el Niño Jesús era presentado en Templo, ha sido la presentación de los niños ante la Virgen del Rocío, muchos llegados de otros lugares, e incluso, como ofrecimiento por alguna promesa. Más de 5000 niños han pasado bajo el manto de la Blanca Paloma.
Además, almonteños y visitantes aprovecharon la jornada del sábado para pasar un rato de convivencia en la zona conocida como del Pastorcito de camino a la aldea.
Ya por la noche, se vivieron los primeros cultos como fueron el rosario por las calles o la Vigilia Mariana, además de uno de los momentos más especiales, como fue el nombramiento de filiales de las hermandades de Baeza, Sabadell y Garrucha.
En definitiva, devoción y tradición se unieron en una celebración muy entrañable, bajo la mirada de la Patrona de Almonte.