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Las hermandades del Rocío de la Diócesis de Huelva han rezado juntas por primera vez el Vía Crucis tomando el camino de la Virgen hasta la aldea almonteña. Se trata de una iniciativa del hermano mayor 2019 de Huelva, que ha realizado a título personal, tomando como ejemplo a hermandades de diócesis vecinas, como el caso de Cádiz, que lleva 21 años organizándolo.
Este camino penitencial comienza desde la parroquia de la Asunción de Almonte, realizando paradas en cada una de las estaciones marcadas en el camino de Los Llanos. Los fieles cargaban con una cruz como símbolo del recorrido que hizo Jesucristo camino del Calvario. Este acto se enmarca en un año muy especial, dentro de los fastos del centenario de la coronación y la venida de la Virgen que se llevará a cabo en agosto.
Meditando los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús, los rocieros onubenses terminaron el camino a las plantas de la Blanca Paloma, siendo también una metáfora de la esperanza de los cristianos en la resurrección, contemplando los rostros de la Virgen del Rocío y su Niño.
