La Diputación Provincial de Huelva financiará la restauración de la imagen de Nuestra Señora de Guía, perteneciente a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista de La Palma del Condado gracias a un convenio de colaboración entre ambas instituciones.
El presidente del organismo provincial, Ignacio Caraballo, y el párroco del templo, José Silvestre González, han suscrito el acuerdo para la actuación en la imagen de la Virgen, que se atribuye al ceramista y escultor sevillano Enrique Orce Mármol, famoso por ser maestro de la cerámica trianera de Sevilla, ha informado el ente provincial en una nota.
La obra escultórica posee una calidad artística muy alta, pero un deficiente estado de conservación. Por esta razón la Parroquia encargó a Antonio Jesús Bernabé, licenciado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, el proyecto de restauración de la imagen, que asciende a los 6.000 euros que son el objeto de la subvención.
Este acuerdo se inscribe en un convenio marco de colaboración suscrito entre la Diputación de Huelva y la Fundación Cajasol en abril de este año, para financiar una serie de actividades de promoción y protección de la la cultura y el patrimonio en todas sus manifestaciones y expresiones, apoyando técnica y económicamente a los municipios de la provincia de Huelva. En esta misma línea se han subvencionado actuaciones en otros municipios de la provincia, como Higuera de la Sierra y Ayamonte.
SOBRE ENRIQUE ORCE MÁRMOL
La imagen de Nuestra Señora de Guía está firmada (E. Orce, Sevilla 1943) junto al pie derecho en su parte anterior. Fue donada por Doña María Tirado y Estrada de Vázquez Zafra, según documento existente en el Archivo Parroquial de La Palma.
Enrique Orce nació en Sevilla el 12 de octubre de 1885, y falleció en esta misma ciudad en 1952. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, siendo discípulo de José Tova Villalba. Fue director artístico de la fábrica de cerámica de Ramos Rejano, en 1917 funda en Talavera de la Reina la fábrica de cerámica ‘Nuestra Señora del Pilar’, fue profesor de dibujo del colegio de los Hermanos Maristas de Sevilla, y tuvo una gran vinculación con la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 trabajando con Aníbal González.
Su buen hacer como imaginero se ha visto eclipsado por su acreditada fama como ceramista, siendo el gran maestro de la cerámica trianera. Entre sus obras mas conocidas se encuentran la decoración cerámica de la Plaza de España, el paño cerámico del Studebaker de la sevillana calle Tetuán, el magnifico mosaico del colegio de los Hermanos Maristas, la decoración cerámica del hotel Alfonso XIII, el retablo de la fachada de la iglesia de la Soledad de San Buenaventura, los altares cerámicos de la Iglesia de San Sebastián de Marchena, el de Nuestra señora de las Virtudes de Puebla de Cazalla, el simpecado de la Cofradía del Buen Fin de Sevilla, un sayón del misterio de la Hermandad de los Panaderos de esta misma ciudad, entre otras.