La iglesia de Santo Domingo de Guzmán de Lepe ha vuelto a llenarse de fieles que querían ser testigos de un acto tan intenso como fugaz: el traslado de la Virgen de la Bella desde su camarín hasta el altar mayor.
Desde mucho antes de la una de la tarde, en que se ha producido dicho traslado, cientos de personas aguardaban ya, impacientes, dicho momento.
Juan Manuel González ha destacado que de nuevo el traslado ha contado con la presencia de marinos de la Armada española, que junto a la cuadrilla de cargadores han sido los protagonistas a la hora de llevar a la Virgen hasta el altar mayor.
Se trata de un hecho histórico el que conmemora Lepe cada 7 de agosto.
La Virgen de la bella espera en el altar para la celebración de la novena y después su salida en procesión en el día grande de las fiestas patronales, que tendrán lugar del 13 al 17 de este mes.