La presión policial en la lucha contra el narcotráfico ha obligado a los ‘narcos’ del Estrecho de Gibraltar a buscar nuevas rutas.La Costa más occidental de Huelva y la zona comprendida entre la desembocadura del Guadalquivir y el entorno de Doñana son las elegidas.
Precisamente, según informa El Mundo, un alijo de 530 kilos de hachís fue enterrado semanas atrás a apenas un kilómetro del Palacio de Marismillas, donde el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y su familia disfrutó durante once días de sus vacaciones de verano.
Los 17 fardos fueron escondidos bajo un pino rodeado de lentiscos después de que el piloto de la ‘narcolancha’ que los transportaba recibiese un chivatazo sobre la presencia de una patrulla de Vigilancia Aduanera y decidiese adentrarse en el bosque, en Doñana, y evitar así la incautación de la droga y su posible detención.
El amplio despliegue de seguridad del presidente (integrado por efectivos del Grupo de Acción Rural -GAR- de la Guardia Civil) impidió que los ‘narcos’ fuesen a recuperar días después la droga allí escondida y que, podría haber pasado desapercibida para los citados agentes, se añade en la información que firma Luis de la Cal en dicho diario.