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La localidad portuguesa de Castro Marim regresó ayer a la Edad Media con una reacreación histórica que supone ya todo un referente en el país vecino. La Feria Medieval de Castro Marim arrancó ayer con su vigésimo segunda edición, y lo hizo con el tradicional desfile de apertura, en el que se pudo ver a distintos personajes de la época.
Durante cinco días de Feria, Castro Marim se convierte en todo un mercado medieval que pasea por sus calles. Juegos tradicionales, desfile, mercado medieval, artesanos y banquetes en el interior del castillo, protagonizán estas jornadas de feria.
La Vicepresidenta de la Cámara Municipal, Filomena Sintra, declaró ayer a esta casa que su principal preocupación es «mantener el nivel de calidad y mejorar en otros aspectos de la organización, como la seguridad o el medio ambiente, además de incluir cada año más innovación». Cabe destacar que este año se han incorporado muchos más vendedores dentro de la ciudad, además de haberse cambiado la estructura en el Castillo. El Castillo de Castro Marim es uno de los enclaves más importantes de esta Feria. Según Filomena Sintra, «en el castillo está la recreación más auténtica de la Edad Media».
Esta Feria Medieval acoge cada año a público diverso y procedente de todas las partes del mundo. Buena parte del mismo, casi el 50 por ciento, es público español. El año pasado las cifras de asistencia llegaron a los 90.000 visitantes durante toda la Feria. El Presidente de la Cámara Municipal, Francisco Amaral, ha manifestado que este año esperan llegar a los 100.000 visitantes durante los cinco días de Feria.
Hasta el próximo 1 de septiembre se podrá visitar la Feria Medieval de Castro Marim. Un enclave medieval idóneo para trasladarnos a tiempos pasados, tan sólo a unos kilómetros de la línea fronteriza.
