Nuestra Señora de la Misericordia de Bollullos ha procesionado por las calles de su pueblo por un motivo muy especial. Como cada año en el mes de noviembre, la Misericordia ha visitado a los enfermos del barrio para llevarles sosiego y paz espiritual.
Alrededor de las siete de la tarde, tras la función principal, la Virgen ha recorrido las calles aledañas a su iglesia rezando el rosario en un clima de recogimiento y devoción.
Una procesión en la que también ha contado con varios estrenos.
«La Virgen este año va estrenando la saya y el manto, donación de un devoto, y el encaje del rostrillo, un encaje del siglo XIX del tipo duquesa, donación también de un grupo de hermanos», ha explicado Daniel Montoya, el prioste de la hermandad.
Esta visita a los hermanos y devotos enfermos e impedidos, ha llenado de alegría el corazón de estos vecinos que han podido disfrutar de cerca de la Bendita Imagen de Nuestra Señora de la Misericordia.