Carolina Marín ha vuelto hoy a su colegio. En el Diocesano hoy era un día especial. Todo estaba revolucionado para recibir a una de sus alumnas más predilectas, Carolina Marín. Allí fue recibida en la misma escalera donde tantas veces cantó, pero esta vez con dedicada a ella y con la melodía de quienes la admiran desde pequeños. Pronto las lágrimas empezaron a recorrer las mejillas de la campeona onubense, que se reencontraba así con su colegio, sus profesores, su barrio y su familia.
Una Carolina que ya tiene sus miras puestas en los Juegos Olímpicos después de superar la lesión. La campeona olímpica le ha contado a sus compañeros de colegio cómo llegar a triunfar en el mundo del deporte y en la vida, y cómo llegar a ser un ejemplo no sólo en los deportivo sino como persona.