Este sábado comenzaba a conocerse la peor de las noticias para los cofrades. Fue primero la ciudad de Sevilla en la mañana del sábado, y tras ella, localidad tras localidad, tras las pertinentes reuniones con los ayuntamientos y los cuerpos y fuerzas de seguridad, han ido cancelando los desfiles procesionales en la próxima Semana Santa.
La crisis sanitaria como resultado de la pandemia provocada por el COVID-19, y siguiendo las pautas de las autoridades sanitarias, que ven, en la amplia concentración de personas durante las procesiones, un más que probable foco de contagio, han provocado que el Consejo de Hermandades de Huelva decidiera precisamente el sábado por la tarde la suspensión de las estaciones de penitencia en la capital.
Asimismo, los consejos de hermandades de las localidades del Condado también han ido acordando, previo acuerdo de sus hermanos mayores, la cancelación de los desfiles de Semana Santa, así como todos los cultos previstos durante las próximas semanas, a raíz del comunicado del obispado de Huelva del pasado viernes.
Bollullos fue el primer consejo local que decidió suspender en la noche del sábado la salida de sus cortejos, mientras que el de La Palma ha hecho lo propio este domingo. Hinojos, aunque no tiene consejo, tras la reunión de las tres hermandades penitenciales, se acordó también la suspensión de todas sus procesiones. Otras hermandades de distintos municipios también han suspendido sus desfiles, como es el caso del Gran Poder de Lucena, mientras que las demás han cancelado sus próximos actos y cultos hasta nueva orden.
Esta adversidad, sin embargo, desde el punto de vista religioso es a la vez, una oportunidad para los creyentes de seguir viviendo la Cuaresma y la Semana Santa con alternativas más creativas y arraigadas para la vida espiritual como pueden ser la oración, el ayuno y la caridad, para luchar entre todos, contra esta pandemia.