El COVID-19 se transmite por contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Es poco probable la transmisión por al aire a distancias mayores de uno o dos metros. Las manos son, en definitiva, el principal foco de contagio.
El problema puede aparecer cuando tenemos un enfermo en casa. Es importante evitar el contacto cercano con otras personas para reducir el riesgo de contagio pero… ¿Cómo se hace esto en casa?
La convivencia con el enfermo dentro de casa debe seguir una serie de pautas para evitar la propagación del virus, según el Ministerio de Sanidad.
Es importante que el enfermo permanezca aislado en una única habitación del domicilio, en la medida de lo posible, y que evite salir de ella. Si tiene que salir, deberá hacerlo siempre con guantes y mascarilla, y siempre procurando guardar una distancia de 2 metros con el resto de personas.
En este cuarto, el paciente deberá tener un teléfono para comunicarse con el resto de la familia y productos de higiene de manos para desinfectarse. Además, se recomienda que tenga un cubo de basura de pedal en el mismo cuarto para las basuras que produzca durante la enfermedad.
Si la casa cuenta con dos baños, es recomendable que el enfermo utilice uno en exclusiva para él. Si lo comparte, debe desinfectarse antes de que lo utilicen otros miembros de la familia.
La limpieza de la casa es otro punto muy importante. Se recomienda usar lavavajillas o fregar con agua muy caliente para eliminar los posibles virus. La ropa del paciente tendrá que lavarse por separado. En general, habrá que hacer la colada con temperaturas entre 60 y 90 grados. Especial atención merecen las toallas del enfermo, que tendrán un único uso y se meterán en un cubo específico, separado del resto de la ropa.
Las instrucciones proporcionadas por el Ministerio de Sanidad recomiendan no sacudir la ropa. Debemos meterla en una bolsa hermética y lavarnos bien las manos después de tocarla.
Las superficies de la casa deben limpiarse a diario, especialmente las que se tocan a menudo -picaportes, mesas, grifos, teléfono, interruptores-, el baño y el inodoro. Tendremos que usar bayetas desechables y una solución de 1 parte de lejía al 5% por 50 partes de agua.
Para evitar contagios, se recomienda que el cuidador lleve mascarillas y guantes, aunque deberá lavarse las manos cada vez que entre en contacto con el enfermo a pesar de que haya usado guatnes.
La persona responsable del cuidado del enfermo será considerara de contacto estrecho y deberá permanecer en cuarentena domiciliaria durante 14 días.