La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha acusado este jueves a la derecha y la extrema derecha de estar utilizando la crisis del coronavirus con «saña» y de forma partidista para «atacar a las mujeres y al feminismo», al denunciar que las marchas que se celebraron el 8 de marzo por el Día de la Mujer tuvieron que ver con la expansión del virus.
Además, sobre el motivo por el cual el Gobierno no suspendió esas marchas, en las que participaron tanto ella y otras miembros del Ejecutivo, como la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, Montero ha defendido que hicieron «en todo momento lo que dijeron los expertos y las autoridades sanitarias».
En declaraciones a La Sexta, recogidas por Europa Press, la ‘número dos’ de Podemos ha criticado el nivel «de agresividad y de odio con el que la extrema derecha está intentando señalar a las mujeres en relación a la manifestación del 8M y la crisis del coronavirus», con un comportamiento que «no responde a un dato científico» sino a su «interés partidista».
«Incluso en una situación como esta, intentan que en lugar de la solidaridad que estamos viendo en los balcones se intente priorizar los sentimientos de odio y rabia con bulos, con señalización permanente al 8M. Es una mala política, absolutamente partidista y que no responde a los datos científicos», ha enfatizado.
Según la ‘número dos’ de Podemos, esas manifestaciones no fueron el «problema» en la expansión del coronavirus, ya que ese mismo fin de semana se celebraron «centenares de otros eventos» deportivos y culturales, en los que «casualmente no pone el foco» la extrema derecha en ellos. De hecho, ha recordado que uno de esos eventos fue el congreso que Vox celebró en el Palacio de Vistalegre, y que el PP participó en las marchas del 8M.
«Hicimos lo nos dijeron toda las autoridades sanitarias y los expertos, y no solo no se suspendieron, sino que hubo centenares de eventos deportivos y culturales», ha insistido Montero, al tiempo que ha recordado que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó esta semana que «posiblemente los contagios estaban situados un poco más atrás, en la última semana de febrero».