El Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva acaba de poner en marcha su Plan de Actuación 2020 para el control integrado de plagas mediante el uso de tratamientos correctores con biocidas, que se desarrollará desde ahora hasta finales de octubre.
Las lluvias caídas en los últimos días del mes de marzo, que dejaron 30 litros por metro cuadrado y su coincidencia con la marea viva de luna nueva, que tendrá lugar mañana miércoles, abren un periodo de máximo trabajo y fumigación por la acumulación de agua en las marismas donde se produce el desarrollo larvario.
Este Plan Operativo de Control de Mosquitos cuenta con medio centenar de operarios para desarrollar las tareas de fumigación, “un equipo que la población no podrá ver, dadas las especiales circunstancias que vivimos en este periodo de confinamiento por la pandemia del Coronavirus”, señala el director Servicio de Control de Plagas de la Diputación, Francisco Cáceres. “Este es un trabajo esencial de la Diputación puesto que el principal objetivo es actuar para reducir la densidad de población de este insecto presente y futuro, “ya que las larvas de hoy serán los insectos adultos de mañana”.
El servicio trabaja a pleno rendimiento pero siempre cuidando las indicaciones de las autoridades sanitarias, con el fin de minimizar los riesgos laborales de sus efectivos en estas circunstancias de emergencia sanitaria. Al tiempo la Diputación garantiza una prestación que resulta primordial para el bienestar de la ciudadanía, como es el mantenimiento de la presencia del mosquito a niveles que sean tolerables para la salud del ser humano.
De este modo, se prevé la actuación con tratamientos correctores mediante el uso de biocidas en aproximadamente 5.000 hectáreas de marisma mareal susceptible de albergar poblaciones larvarias de mosquitos, con especial incidencia en el estuario del Tinto -aproximadamente el 53% de superficie-, y en el del Odiel – un 43% de superficie-, así como en las marismas mareales del Guadiana, Carreras y Piedras.
Para abordar este Plan de 2020, el dispositivo, con más de tres décadas de experiencia, cuenta con una plantilla sólida formada por 41 oficiales aplicadores, cinco capataces, un técnico de laboratorio, un biólogo jefe de programación y desarrollo, un biólogo jefe de investigación, un director del servicio y un auxiliar administrativo, además de 11 operarios contratados para intensificar las labores de verano. A todo ello hay que sumar los medios técnicos disponibles, como vehículos aéreos, terrestres y embarcaciones equipadas con motor fueraborda, entre otros.
Trabajos de investigación
Además de acometer labores de tratamiento sobre el terreno con el mínimo impacto ambiental, gracias al uso de técnicas blandas y un máximo rendimiento mediante la optimización de los recursos, el Servicio de Control de Mosquitos desarrolla a lo largo del año distintos trabajos de investigación, manteniendo un completo programa de seguimiento de las poblaciones de mosquitos a través de la red de 16 estaciones de muestreo que están repartidas a lo largo de todo el litoral de la provincia con el objeto de evaluar el estado de la plaga frente a las medidas de control programadas.
Fruto de esos de trabajos de investigación, el personal del Servicio de Control de Mosquitos colabora en estudios científicos y participa en congresos y reuniones científicas de temática entomológica.
Precisamente una parte del equipamiento instrumental del laboratorio entomológico ha sido puesto a disposición del Hospital Juan Ramón Jiménez para la realización de test del Coronavirus. Un equipo de extracción de material genético usado habitualmente en el Laboratorio de Entomología Molecular para detectar la presencia de virus que el Servicio de Microbiología del Hospital Juan Ramón Jiménez, está usando como elemento de apoyo para la realización de pruebas diagnósticas del virus COVID-19, en dicha instalación hospitalaria.