El cooperativismo, el asociacionismo y destacar por tender la mano al compañero, son cartas de presentación del municipio de la buena gente. Con estas bazas, Bonares continúa enfrentando, cada día, la pandemia de coronavirus, desde que se decretara el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo.
Una de las acciones más recurrentes y periódicas que tienen lugar en el municipio es la relativa a las tareas de desinfección. Batidas que se ejecutan en todos los puntos de la localidad, con especial sensibilidad en zonas cercanas a establecimientos de compra de alimentos y farmacias.
Faenas en las que los operarios municipales implementan todo su tesón para que cada rincón del pueblo quede impregnado de la solución de agua y lejía.
Además, Bonares sigue dejando de realce el compromiso ciudadano y la participación y escucha activa en lo que al respeto de las normas de confinamiento se refiere. De ahí, que las calles queden totalmente vacías en aquellos momentos de la jornada en los que cierran los comercios de primera necesidad.
En última instancia, y al igual que sucede en el resto de la geografía comarcal, onubense, regional y nacional, los bonariegos saltan a balcones y ventanas para aplaudir conjuntamente a los sanitarios, transportistas, y hombres y mujeres de establecimientos de primera necesidad, cuando el reloj marca las 20:00 horas.