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De puerta a puerta. De calle a calle. De balcón a balcón.
Almonte y El Rocío se engalan para celebrar la procesión de la Virgen del Rocío vestida de reina por las calles de su pueblo.
«Hemos venido repartiendo por todas las calles de la procesi´son palmaretes y macetas para en cierta medida poner nuestro granito de arena y decorar, y dar un poquito de alegría, a esas calles que este domingo, con normalidad, hubieran recibido la visita de nuestra Virgen», ha explicado Rocío Martínez, concejala de Participación Ciudadana.
200 palmas repartidas por el Ayuntamiento, que se suman a las 700 macetas proporcionadas por la Diputación para engalanar Almonte en esta fecha tan significativa.
Las calles de Almonte, hoy prácticamente vacías, reverberan con el silencio de la cuarentena. Unas calles que habrían vibrado con los vivas y los vítores a la Blanca Paloma el próximo domingo, en una de las citas más importantes y más queridas por el pueblo de Almonte.
«Para cualquier almonteño, esta es de las procesiones más bonitas que tiene la Virgen, la acción de gracias en su pueblo y preámbulo de la despedida para volver al Rocío. Estos van a ser momentos que quedarán para la historia», ha comentado la concejala de Cultura, Rocío Pérez.
En esta primavera interrumpida, el sentimiento rociero es aún más fuerte en la distancia. «Esta semana hemos decorado el recorrido de la procesión y la semana que viene el del Traslado», ha apuntado Macarena Robles, concejala delegada de la aldea de El Rocío.
Almonte y el Rocío se visten de gala para una Reina que procesionará en el recuerdo, en la memoria, y en el sueño de almonteños y rocieros que esperan con fe el Traslado de vuelta de la próxima primavera.
