Son las 12 del mediodía. Es la hora del Ángelus. En estos días este rezo debería haberse producido en los caminos que nos llevan hasta la Virgen del Rocío. Pero no es así. Las hermandades están en sus pueblos, donde, igualmente, le piden a la Señora que pase pronto esta situación y el próximo año puedan estar junto a Ella.
Chucena emprendía el camino el jueves, y por ello, la Hermandad del Rocío rezaba el ángelus con el Simpecado en la puerta de la parroquia. Un rezo improvisado pero que causó mucha expectación.
Según cuenta el presidente, Antonio Vera, para prevenir la aglomeración y por recomendación del párroco, este rezo se realiza desde este viernes hasta el lunes en el interior del templo, donde se mantienen las medidas actuales de higiene y de seguridad, con el aforo limitado al 50 por ciento de su capacidad, tal y como marcan las normas dictadas desde el Gobierno central.
Precisamente, el párroco, Manuel Beltrán, indica que las hermandades realizan una colaboración en esta labor de desinfección y limpieza cada semana durante la celebración de las misas y en cada acto que se realiza.
La piedad popular marca momentos como éste, donde la espontaneidad es la nota predominante. Aunque, este 2020, el Rocío estará marcado por los recuerdos, como señala la alcaldesa de Chucena, Encarni Castellano. Unos recuerdos que nos harán vivir este Rocío de luz, que culminará el lunes con el encedido de las bengalas solidarias en los momentos del rosario de hermandades y el repique al mediodía de la campana de la casa de hermandad.