La organización WWF y la Fundación Nueva Cultura del Agua han presentado un informe que evidencia el a su juicio despilfarro económico en la construcción de la presa de Alcolea, lo que supondría un “agujero negro” en inversión pública con una escasa rentabilidad.
Del proyecto, que se remonta al año 2000 cuando recibe de la Secretaría de Aguas y Costas el visto bueno a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), solo está ejecutado el 20% de la obra, porque desde 2017 se paraliza su construcción.
El informe demuestra que si el proyecto incluyera los costes de tratamiento de las aguas del embalse, algo muy probable debido al grave problema de la contaminación de sus aguas con metales pesados de los relaves mineros, anularía la rentabilidad de la inversión de este proyecto.
Y es que los costes de mantenimiento y explotación de la presa, incluyendo el tratamiento necesario de las aguas de la presa de Alcolea para su utilización ascenderían a más de 28 millones de euros anuales. Estos costes repercutirían en 1.140 euros anuales por ha de nuevos regadíos.
La Junta solicitó al Gobierno terminar la construcción de esta presa, para la que ambas organizaciones piden una moratoria de la obra hasta que se haga una evaluación ambiental actualizada y más exhaustiva.