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Un adiós de lo más duro para Carlos Pouso. El técnico del Recreativo de Huelva se ha despedido del club y de los medios de comunicación tras el encuentro del Recreativo ante el Lorca Deportiva.
Aunque ya no había mucho que decir, el entrenador ha señalado sobre el partido que “hemos encarrilado pronto el partido y lo hemos gestionado bien porque no había nada que jugarse, de hecho creo que hemos tenido el acierto que nos ha faltado en muchas otras ocasiones”.
Por otro lado, ha dejado claro que a pesar de ganar hoy “tengo la impresión de que para mí la mancha es igual, y voy a decir lo que siento, por lo que no le doy importancia al hecho de haber ganado”.
Además, sobre la afición ha dejado claro que “tengo que asumir lo que me digan, no me atrevo más que a pedir disculpas por todo lo que la afición ha sufrido”. De igual forma, sobre la temporada y los últimos partidos, Pouso ha manifestado que “no es un tema agradable porque los chavales han vivido un auténtico infierno, nosotros mismos nos hemos autoinmolado”.
Sobre los jugadores, precisamente, ha explicado que “mi mochila es jodida, pero la de ellos lo es más… aunque la mierda es la misma, con perdón de la expresión”.
Acerca del partido de este domingo, ha detallado que “nuestra obligación era intentar ganar sea como sea, y todo lo que nos ha dicho la afición nos lo hemos ganado, por lo que solo quedaba mirar al suelo, evitar encararnos y si hoy alguien lo ha hecho, no tiene disculpas”.
A pesar de ello, de Huelva ha dejado claro que “me llevo el día a día, la amabilidad de la gente… No he podido disfrutar del Recre por los resultados ni por la pandemia, y me hubiera gustado tener aquí a los 8.000 aficionados. Pido el apoyo a la gente que esté el próximo año, el Recre sin su gente, es mucho menos Recre”.
Finalmente, sobre el Decano ha señalado que “hay muchas cosas que hay que mejorar, cosas que la gente no sabe ni debe saber, pero el equipo debe optimizar los recursos”.
De esta manera, Carlos Pouso se marcha del Recreativo de Huelva con tan sólo una victoria a sus espaldas, que ha llegado justo cuando no era necesario.
