Sentimiento de alegría, satisfacción… y de gracias. Gracias obtenidas por aquella que reina en la Marisma y que lleva dos años entre sus hijos de Almonte, protegiendo a su pueblo del mal que sigue acechando.
Los almonteños han renovado su voto a su patrona, por interceder por su bienestar, por su vida. Un voto que se vuelve a proclamar y que vuelve a tener toda su validez.
Tras estos días donde los devotos han estado un poco más cerca de la Señora, y se han vivido momentos intensos como el rosario de anoche, ahora toca hacer un balance más que positivo, aun siendo extraordinaria la situación.
Un balance del que también esta casa marca como especial por su difusión para todo el mundo.
Un balance que también sirve para restar lunas para, quién sabe cuándo será, devolver a la Madre del rostro sereno y la mirada a su Hijo, a su lugar en aquel trozo de cielo que la está esperando.