La única propuesta oficiosa que a día de hoy existe por parte del Partido Socialista para gobernar la Diputación de Huelva es la Petronila Guerrero, presidenta en funciones del ente provincial.
Una candidatura que parece afianzarse si bien no hay confirmación por parte del partido. Y es que aunque Petronila Guerrero ha comenzado su ronda de contactos y búsqueda de apoyos en la provincia, su candidatura no está exenta de polémica.
Existe un pulso interno y presiones por varios frentes abiertos en la ejecutiva provincial del PSOE de Huelva. Los malos resultados cosechados por Guerrero en las elecciones del 22 de mayo han levantado voces críticas dentro del partido. Muchos no ven con buenos ojos que vuelva a presidir el ente provincial la ex candidata socialista a la alcaldía de Huelva que ha conseguido para su partido los peores resultados de la historia en unas elecciones municipales.
Hay que recordar que tras los comicios locales, Pedro Rodríguez encadena su quinto gobierno en mayoría absoluta, mientras que el PSOE ha bajado en número de votos y ha perdido un concejal respecto a las elecciones de 2007.
En la sede del Conquero nadie quiere pillarse los dedos, con cierto secretismo de cara a la galería. La victoria de Rodríguez en Huelva no parece ser óbice para que la veterana Guerrero, considerada en algunos sectores como la dama de hierro del PSOE onubense, aspire a conservar el control de la casa en la que ha dejado su impronta estos cuatro años.
Una presidencia que aún puede verse truncada por algún imprevisto en el seno interno del partido, por la negociación de los pactos municipales con Izquierda Unida, que ahora tiene la sartén por el mango, o el decálogo de exigencias que la federación ha planteado para depurar algunas cuestiones en la Diputación.
La renuncia al palacete del Hotel París y al aeropuerto son, entre otros sacrificios, la moneda de cambio de esta continuidad en el sillón de la Presidencia. Cabe, pues, el factor sorpresa, y es bastante significativo que a estas alturas desde la cúpula provincial de la formación no se señalen nombres y apellidos.