El águila imperial ibérica (Aquila adalberti), especie catalogada como ‘en peligro de extinción’, es una de las rapaces más amenazadas del planeta. Tan solo habita en la península Ibérica y, a finales de los años 70, su población era inferior a 50 parejas reproductoras. Sin embargo, en la actualidad el número de aves que sobrevuelan la península se está recuperando hasta superar hoy las 600 parejas reproductoras. Este auge se debe, principalmente, a las actuaciones que están desarrollando las administraciones públicas en colaboración con entidades conservacionistas y propietarios de fincas privadas.
Las medidas de conservación puestas en marcha en el marco del Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica del Gobierno andaluz han logrado que esta especie duplique sus efectivos en menos de una década y que, consecuentemente, Andalucía se posicione como un territorio español fundamental para su recuperación. Actualmente, habitan en esta comunidad autónoma 129 parejas de águila imperial ibérica organizadas en cuatro núcleos poblacionales ubicados en Sierra Morena, Doñana, Cádiz y, más recientemente, en las Cordilleras Béticas de Granada y Jaén.
Entre las actuaciones que está ejecutando la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible se incluyen sueltas como la que ha tenido lugar recientemente en el Espacio Natural de Doñana. El objetivo era reforzar el núcleo más emblemático de esta especie en España, que cuenta actualmente con ocho parejas de águila imperial ibérica. En concreto, el Gobierno andaluz ha liberado dos ejemplares jóvenes (un macho y una hembra) nacidos este mismo año. En esta suela de aves al medio natural ha participado la red de Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) y el Zoológico de Córdoba, donde ha permanecido uno de los pollos mientras se recuperaba de la rotura de un ala como consecuencia de una caída. Tras meses de recuperación, los ejemplares se han liberado en el entorno de uno de los cercados de alimentación suplementaria con conejo de Doñana para facilitar su aclimatación a la zona y con la esperanza de que, cuando adquieran la edad reproductora, se asienten en este entorno para criar. Estas águilas están marcadas con emisores GPS que permiten vigilar sus movimientos y conocer las áreas de dispersión y asentamiento temporal de la especie.
En concreto, el programa de reintroducción del águila imperial ibérica que está desarrollando la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz ha logrado recolonizar un territorio donde esta rapaz lleva extinguida desde el siglo pasado. Además, el Gobierno andaluz ha podido observar que las aves se están trasladando a nuevas áreas orientales y campiñas de la comunidad autónoma.
El plan de recuperación de la Consejería de Desarrollo Sostenible incluye también medidas dirigidas a luchar contra la mortalidad no natural del águila imperial ibérica por disparos y uso ilegal de trampas y veneno; así como a mejorar los hábitats mediante acuerdos con propietarios que buscan el aumento de poblaciones de especies presa, como conejos y perdices.
Además, el Gobierno andaluz también desarrolla medidas de alimentación suplementaria para incrementar el número de pollos volados en parejas reproductoras con problemas; actuaciones de mejora de plataformas de nidificación, con el fin de proteger las puestas; y acciones de rescate y reintroducción tanto de pollos en nido, como de ejemplares más mayores. En este segundo caso, las aves se liberan en el campo gracias a la labor de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) y de organismos colaboradores como los Zoológicos de Córdoba y Jerez de la Frontera (Cádiz).
Características del águila imperial ibérica
El águila imperial ibérica se diferencia de otras rapaces de la península, sobre todo, por su plumaje de color marrón oscuro con manchas blancas en en el borde anterior de las alas. Los ejemplares juveniles presentan una coloración pardo-amarillenta que, con el paso de los años, va oscureciéndose hasta que a los seis años alcanzar el plumaje definitivo.
En cuanto a su reproducción, esta rapaz nidifica exclusivamente en árboles, normalmente de gran tamaño, sobre los que realiza la puesta de entre uno y cuatro huevos. Sus pollos permanecen en el nido más de dos meses y, por lo general, solo uno o dos ejemplares logra volar.
La base de la dieta del águila imperial ibérica es el conejo, que puede representar hasta el 70% de su alimentación si la rapaz habita en una zona donde abunda este animal. Además, las aves se alimentan también de córvidos, palomas, liebres, carroña y reptiles. En aquellos territorios donde el conejo es escaso o ha desaparecido, el éxito reproductor de este tipo de águila se reduce en gran medida y las puestas suelen limitarse a un único pollo.
Como otras muchas aves de presa, el águila imperial ibérica utiliza los postes del tendido eléctrico como posadero y esto provoca que, frecuentemente, ejemplares de esta rapaz mueran por electrocución. En concreto, este tipo de fallecimiento representa el 50% de los episodios de mortalidad. Para hacer frente a esta situación, el Gobierno andaluz trabaja desde hace tiempo en la corrección de numerosos apoyos. En concreto, en los últimos tres años se han corregido más de 3.000 tendidos eléctricos peligrosos, eliminando así puntos negros de mortalidad histórica de la especie.