La provincia de Huelva es un rotundo mosaico de paisajes únicos. Cada uno de ellos, un mundo a visitar ya que atesora una riqueza natural excepcional. Para atender a los visitantes, para darles a conocer el patrimonio que encierra, Fundación Cepsa y la Junta de Andalucía han publicado la `Guía de los Insectos Polinizadores del Litoral Onubense, dirigida por Javier Camacho con textos de Estela Gil Costa y Manolo Huertas, e ilustraciones de Estela Gil y Francisco Hernández.
El protagonista de este proceso natural tan importante para la biodiversidad de nuestro planeta, la polinización, es un “pequeño animalillo” que, a pesar de convivir con nosotros, nos pasan en su mayoría desapercibidos o no gozan de muy buena fama. Pese a ello, su conservación es vital. Por eso esta Guía quiere dar a conocer la relevancia de los insectos polinizadores y cómo podemos contribuir a su subsistencia.
Los insectos (libélulas, saltamontes, mariposas, escarabajos, abejas, moscas, avispas, cucarachas, hormigas o mosquitos) son el grupo más diverso e importante del planeta, casi un millón de especies descritas que, probablemente, multiplicaríamos por 30 de las que aún restan por descubrir. Son artrópodos, animales invertebrados dotados de un esqueleto externo y apéndices articulados. A lo largo de su vida presentan formas muy diferentes: huevo, larva u oruga, pupa o crisálida y adultos o imagos.
La polinización es el proceso a través del cual el polen llega desde los estambres (órganos masculinos) hasta el estigma (órgano femenino) posibilitando la fecundación para la posterior creación de semillas y frutos y con ellos, las nuevas generaciones de plantas. Entre los beneficios ecosistémicos, los insectos polinizadores son los responsables de la polinización de más del 80 por ciento de las plantas con flores, suponiendo estas un 90 por ciento del total de las existentes, es decir, que posibiliten la formación de frutos y reproducción de plantas. Los grupos de insectos que
intervienen en la polinización son coleópteros (mariquitas, gorgojos o luciérnagas), lepidópteros (mariposas o polillas), dípteros (moscas, tábanos o mosquitos) e himenópteros (abejas, hormigas y avispas).
Bajo la denominación de litoral, en la costa de Huelva, se incluyen zonas de dunas, acantilados costeros del médano del Asperillo, bosques litorales y humedales costeros como marismas y lagunas peridunares. Nuestro litoral onubense guarda un elevado número de especies endémicas, caso de la mariposa nocturna Malocosoma y el escarabajo Akis saltsiana, endémicas y emblemáticas de Marismas del Odiel; el saltamonte Steropleurus recticarinatus, que solo se conoce en Doñana o el escarabajo acuático Acilus Duvergeri, presente en lagunas de Moguer.
Además de darlo a conocer, fundamental, la Guía te invita a ayudar a la conservación de estas especies. ¿Y cómo se puede pasar a la acción? Aunque sea en pequeña escala, a través de nuestros jardines o ventanas para mejorar su hábitat, con la plantación de plantas con flores y la creación de lugares que faciliten su cría y/o hibernación, de una forma fácil y económica mediante la creación de “hoteles de insectos”.
Gracias a la información de esta Guía, cambiaremos “las gafas de los prejuicios por las del interés”, como dicen sus autores, para contribuir a uno de los procesos naturales más importantes para la biodiversidad de nuestro planeta.