Padre, maestro y amigo. El colegio salesiano de La Palma vive con mucha intensidad el día del fundador de su Instituto, San Juan Bosco. Un ejemplo para todos sus alumnos que siguen sus pasos, en un día donde la Iglesia del Salvador palmerina se convierte en un continuo trasiego para conocer su vida y sus hitos.
Aunque la pandemia haya impedido la procesión, lo que no ha impedido es la convivencia y el seguir creciendo bajo los valores de aquel que propagó la devoción a María Auxiliadora por todo el mundo. Algo que marca el día a día del centro.
De esta manera, el colegio salesiano conmemora un 31 de enero festivo que, en el futuro, cuando la vida los ponga en otros lugares, estos escolares siempre recordarán de forma entrañable a quien les inculcó una forma de ser y de vivir.