Dos largos años de espera para los almonteños y rocieros que llegan a nuestra provincia desde infinidad de puntos de la geografía española.
Los nueva días de novena acontecieron con total normalidad en la parte técnica, aunque ha sido clara y evidente la intensificación de la emoción y fervor de los fieles que han acudido cada día a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
El sábado 21, tras la Función Principal presidida por el Obispo de Huelva, Don Santiago Gómez Sierra, tuvo lugar ese rezo tradicional de un Rosario que precedía el día grande de Almonte después de nueve años, ver a su Patrona con sus galas de reina procesionando por una catedral, menos efímera que nunca.
Una jornada que aconteció con toda la ilusión que este momento merecía a escasos días de que tenga lugar la mayor manifestación de devoción mariana, una romería que reunirá durante el fin de semana de Pentecostés alrededor de un millón de personas en la aldea almonteña de El Rocío.