Bonito y triste es el camino cuando se viene de vuelta. Como reza la letra de la popular sevillana, los rocieros bonariegos ya han regresado a su localidad después de vivir seis días de camino, disfrute y, sobre todo, fervor.
Ha sido una romería muy esperada, y así lo han vivido los rocieros de esta localidad, a pesar del incidente de las andas de la Virgen que empañó el final. Pero para esta filial, la número 20, es el momento de dar gracias porque todo ha acabado bien.
El día de la llegada también es conocido como el de ‘la rosca y el huevo’, y, por eso, los más pequeños de la localidad permanecen fieles a esta tradición, con sus huevos pintados y decorado y la rosca para llenar de nuevo de energía a esos peregrinos agotados.
De esta manera, culmina esta romería del reencuentro para esta localidad del Condado de Huelva, que lleva más de 80 años peregrinando con fe hacia la aldea almonteña. Ahora, toca descansar, reflexionar sobre todo lo vivido y pedir salud para el próximo año.