Después de semanas intensas para los rocieros, con la procesión de la Virgen por las calles de Almonte, su Traslado a la aldea y la Romería de Pentecostés, la Blanca Paloma ha regresado a su camarín. Han pasado 34 meses desde la última vez que la vimos entronizada en la peana del retablo de su Santuario.
La Patrona de Almonte continúa luciendo el mismo traje que en primavera, durante la celebración de la romería. El confeccionado por el taller de bordados de la Hermandad Matriz en 2015, compuesto por saya, corpiño, mangas, sobre mangas y el traje del Niño. Y el manto conocido como “de Pentecostés”, realizado en el taller de bordados de Santa Bárbara, en 2011.