Más de un experto en demoscopia advirtió antes del pasado 19 de junio que habría trasvase o fuga de votos de algunas opciones políticas hacia el PP y, a tenor de la mayoría aplastante conseguida por los populares -58 escaños-, parece que ha sido así.
El propio Juanma Moreno, presidente electo de la Junta, reconoció nada más confirmarse los resultados que había recibido recibido muchos votos prestados, sobre todo provenientes del PSOE.
También el presidente de GAD3, Narciso Michavila, que acertó los pronósticos sobre los resultados electorales, reconoció recientemente que, en los pasados comicios autonómicos, el PP se lleva 300.000 votos que apoyaron a Pedro Sánchez (PSOE) en 2019.
Y hasta El Avispero vienen llegando desde las pasadas elecciones llamativos comentarios y testimonios -siempre de fuentes solventes- que indican que personas que hace no demasiado tiempo ostentaron cargos de cierta responsabilidad onubense acabaron votando a Juanma Moreno.
Entre estos socialistas «decepcionados» o «cabreados» con el rumbo del partido en los últimos años, tanto a nivel nacional como regional, se encuentran exconcejales e incluso algún exregidor o exregidora. Tanto en la Sierra como el Andévalo, la Costa o el Condado hay casos cuanto menos peculiares.
«He votado a Juanma Moreno porque no estoy de acuerdo con la política de Sánchez, ni con su reforma laboral, ni con sus apoyos ni con la deriva del partido», comentaba un destacado exteniente de alcalde socialista días después del 19-J.
Así las cosas, parece obvio que el PSOE de Juan Espadas tiene actualmente un problema de falta de sintonía con los ‘suyos’ que tendrá que solventar.