Había mucha ilusión puesta y muchas expectativas en celebrar este 75 aniversario, pero la lluvia impidió que todo saliese según lo previsto. La Hermandad del Santo Entierro de La Palma del Condado había preparado un recorrido extraordinario por las calles de la localidad, antes y después de la función principal que tuvo que ser suspendido por la amenaza de lluvia.
No obstante, sí pudo celebrarse el acto central del aniversario. Para ello, la hermandad trasladó la imagen del Cristo de la Buena Muerta al lugar donde 75 años antes había sido bendecido, la capilla de las hermanas franciscanas, actual sede del convento de las Hermanas Carmelitas quienes han vivido este momento con especial emoción.
Un acto institucional en el que no faltaron el alcalde y la corporación municipal casi en pleno, el comandante de la guardia civil, representantes de las diversas hermandades de la localidad y los miembros de las siete asociaciones del municipio que se han beneficiado de la obra social puesta en marcha por el Santo Entierro con motivo de este 75 aniversario.
Esta efemérides quedará marcada en la historia de la localidad gracias a un azulejo conmemorativo, que se bendijo al finalizar la misa.
Durante toda esta semana y hasta el próximo sábado 10 de noviembre, los devotos y vecinos de la localidad que lo deseen podrán visitar al Cristo en la Capilla de las Hermanas Carmelitas de siete y media a ocho y media de la tarde, momento en el que tendrá lugar el rezo del rosario.
Si todo marcha según lo previsto, la Hermandad realizará el traslado de vuelta del Cristo a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, sin oficiar misa previa, el próximo sábado diez de noviembre a partir de las ocho de la tarde, recorriendo las calles que estaban previstas en el itinerario original.
La función celebrada el pasado sábado estuvo presidida por el sacerdote palmerino Cristóbal Robledo mientras que la capilla musical corrió a cargo del grupo sevillano Gabriel Fauré.