La consejera de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, valora “positivamente” que Bruselas haya vuelto a atender la petición de Andalucía y haya decidido ampliar a 2023 la posibilidad de poner en cultivo las tierras en barbecho y lo haga, nuevamente, sin que esta medida suponga una pérdida de ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) a aquellos agricultores andaluces que decidan acogerse a ella.
Desde Andalucía se ha defendido esta medida, ya que nos permite “contribuir a garantizar la necesaria suficiencia alimentaria que hoy precisa Europa” ha destacado Crespo, que ha añadido que “este hecho se ha hecho aún más evidente con la invasión de Ucrania, que ha dejado al territorio europeo con riesgo de desabastecimiento de productos como el grano o el cereal que son imprescindibles para el sector ganadero entre otros”.
De hecho, como bien ha recordado la consejera “la ampliación de esta excepcionalidad fue una de las demandas que Andalucía llevó a la Conferencia Sectorial celebrada el pasado mes de julio en el Ministerio de Agricultura. Por tanto, el gobierno andaluz “fue propulsor de esta medida que, de común acuerdo con las organizaciones agrarias y cooperativas de Andalucía, para trasladar al Gobierno central la necesidad de plantear a Bruselas esta posibilidad sin precedentes en la historia pero que hoy es una realidad para todos los Estados miembros”.
Recordar que fue el pasado mes de marzo cuando se dio luz verde desde la Comisión Europea a esta excepción pero únicamente para 2022 y que ha sido ahora, como ha comentado la consejera, cuando se ha logrado ampliar una excepcionalidad que “los agricultores andaluces han recibido con los brazos abiertos, ya que les permite contar afortunadamente con más tiempo para sacar el mayor provecho posible al cultivo de las tierras en barbecho”.
Es más, la consejera ha aplaudido que “el campo andaluz esté apostando por el cultivo de girasol y cereal en tierras que estaban en barbecho como medida para mejorar su rentabilidad y hacer frente a las dificultades derivadas, entre otras cuestiones, de la guerra de Ucrania o del alza de los elevados costes de producción”. A este respecto, Carmen Crespo ha querido “valorar el gran esfuerzo realizado por el sector en estos últimos meses” para poner en producción más del 53% de las tierras que estaban en barbecho por la PAC en nuestra comunidad autónoma o lo que es lo mismo 35.740 hectáreas de las 66.000 hectáreas que se consideraban de interés ecológico y, por tanto, debían quedar en barbecho para que los titulares de las explotaciones pudieran acceder a las ayudas europeas.
De esta superficie, más de 25.800 hectáreas se corresponden con girasol y el resto con diversos cereales. Por provincias, en Almería se están cultivando alrededor de 120 de estas hectáreas; en Cádiz, unas 8.800 hectáreas; en Córdoba, más de 4.600 hectáreas; en Granada, 720 hectáreas; en Huelva, alrededor de 1.200 hectáreas; en Jaén, cerca de 650 hectáreas; en Málaga, casi 775 hectáreas; y en Sevilla, más de 18.800 hectáreas.