La propuesta presentada por el grupo ecologista “Mujeres por Doñana” ha terminado finalmente siendo aceptada como una posibilidad real.
El colectivo femenino registró ante el Ayuntamiento hispalense la oferta de planificar el traslado del bulbo y parte del tronco en un transporte pesado, a la finca del entorno de Doñana que dichas ecologistas gestionan directamente.
Comenta Cristina Mariño, coordinadora del colectivo, que cuando se propuso esta alternativa algunas personas, que se identificaban como biólogos, desestimaron esta posibilidad por considerarla imposible. Lo que ignoraban es que las ecologistas habían desarrollado urgentemente un estudio sobre casos, prácticamente idénticos, al de Sevilla en otras partes del mundo.
Y es que hasta ese momento nadie había reparado en que estos árboles cuando comienzan a suponer un peligro, en otras ciudades europeas o americanas, son extraídos con vida y trasladados a una zona segura, en un procedimiento totalmente viable si existe voluntad de hacerlo.
La iniciativa despertó la atención de los medios de comunicación y en una emisión en directo se preguntó al párroco de San Jacinto sobre esta posibilidad. Su respuesta dejo claro que no veía nada negativo en esa idea aportada por el colectivo femenino, y es que es justo reseñar que este religioso destaco como activista medioambiental durante su destino en Castilla. “Si es posible… ¡adelante!”- apostillo el párroco al final de la entrevista-.
Esta predisposición a que el ficus siguiera viviendo en plena naturaleza alentó el entusiasmo en muchas personas, pero también enardeció los ánimos en otros colectivos que trabajan con la idea inamovible de que el ficus se quede dónde está.
La paralización de las labores de tala, que provisionalmente se ha emitido desde un juzgado, ha dado una oportunidad a las partes implicadas para volver a replantear las estrategias.
La propuesta que el párroco catalogó como “valiente” ha comenzado a ser observada fuera de nuestras fronteras y ecologistas suizas, que colaboran con “Mujeres por Doñana” desde un Cantón cerca de Zúrich, difundirán en las redes del país helvético esta idea.
Están convencidas de que la propuesta servirá para que todas las partes consigan, al menos en parte, sus aspiraciones, pero priorizando como primer objetivo el que el ficus, que tanta alarma social ha creado, pueda seguir creciendo y viviendo ajeno a las polémicas e intereses humanos.
“Mujeres por Doñana” considera que es necesario flexibilizar las posturas, no demonizar a entidades eclesiásticas o al propio Ayuntamiento, y que ninguna de las partes confrontadas cierre la puerta a una solución consensuada para el ficus.
Las ecologistas reseñan que en este caso existen colectivos contrarios a la tala del ficus, pero no se puede obviar u ocultar que muchos otros colectivos y asociaciones de la propia Triana han manifestado su total acuerdo respecto a que el árbol no puede continuar en su actual ubicación. Con lo cual es necesario crear una solución alternativa que acerque las posturas.
Es por ello que “Mujeres por Doñana” reseña que este colectivo ha colocado encima de la mesa, una alternativa que sería aceptada sin ningún tipo de polémicas en otras ciudades del mundo.
La posibilidad de que el entrañable árbol siga viviendo en Doñana seduce ya a muchos amantes del medio ambiente dentro, y fuera, de nuestro país.