La doctora en Historia del Arte por la Universidad de Granada (UGR) y especialista en Arte y arquitectura islámicas tardomedievales, María Marcos Cobaleda, ha destacado el potencial de la cartografía y los Sistemas de Información Geográfica (SIG) para la investigación histórica y los estudios humanísticos. Marcos Cobaleda, que codirige esta semana en la UNIA un curso sobre estas tecnologías, ha insistido en la importancia fundamental de contar con equipos multidisciplinares en este tipo de proyectos: “son herramientas que nos permiten profundizar en nuestro análisis”.
La investigadora ha abordado esta colaboración multidisciplinar en el marco del curso de verano que la UNIA dedica en Baeza a estas tecnologías: Sistemas de Información Geográfica y Cartografía para la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, que dirige junto al doctor en Geografía de la Universidad de Jaén (UJA), Antonio Garrido.
Marcos Cobaleda, docente en las universidades de Málaga y Almería e instituciones como el Instituto de Estudos Medievais de la Universidade Nova de Lisboa, ha destacado las “numerosas aplicaciones prácticas” de este tipo de sistemas al servicio de la investigación. Estos recursos integran herramientas de análisis espacial, permitiendo revelar patrones, relaciones y tendencias a menudo no detectables de forma tradicional. La especialista ha afirmado que, si bien estas técnicas no sustituyen al trabajo de archivo, suponen una herramienta muy útil. El fruto de esta colaboración puede desbloquear una mejora interpretación de los datos, lo que permite ir “más allá”.
Como ejemplo, ha citado el estudio de las relaciones artísticas anteriores al siglo XV. “En historia del arte, por ejemplo, pueden servirnos para analizar la difusión de elementos artísticos en un espacio tan grande como es el Mediterráneo. Así, nos permiten estudiar cómo elementos del arte islámico confluyeron con el cristiano y se retroalimentaron”, ha explicado. En el arte contemporáneo, abren la puerta a analizar el volumen de exposiciones sobre un autor celebradas a lo largo de la historia en Europa o Estados Unidos”, por ejemplo. También la arqueología se beneficia enormemente de estos sistemas, “con muchísimas aplicaciones, como buscar ubicaciones de yacimientos arqueológicos y detectar pautas en su distribución». Así, el potencial de estas herramientas trasciende sus usos cartográficos y revelan cuestiones “relativas a la investigación de culturas y religiones”.
La experta ha asegurado que la presencia de equipos multidisciplinares en proyectos de investigación eminentemente humanística “es fundamental”. “Los humanistas tienen una formación amplia, pero no suele incluir la de estos sistemas, por lo que contar con ingenieros, geógrafos e informáticos es un apoyo importante a la investigación”, ha recalcado. Marcos ha defendido la inclusión de perfiles variados en proyectos de este tipo, apuntando que “si bien los humanistas aportamos e interpretamos datos, cuando se trata de series muy grandes necesitamos herramientas que nos permitan su gestión en profundidad, para seguir avanzando en el conocimiento”.
Por otro lado, la investigadora ha apuntado las posibilidades de esta colaboración con miras a la divulgación científica y del conocimiento. “Es muy interesante su uso en este contexto porque, una vez introducidos, los datos arrojan una variedad de mapas impresionantes, que permiten modificar su disposición visual a demanda”. Esa visualidad, en opinión de la experta, “hace que sean muy potentes para mostrar información compleja de forma directa, por lo que pueden ayudar a facilitar la transmisión de conocimiento al gran público”, concluye.
El curso cuenta con un plantel multidisciplinar de especialistas en sistemas de información geográfica, la informática, la ordenación del territorio y las humanidades: el ingeniero técnico en topografía del Grupo Abaida SL, Ramón López; la doctora ingeniera en Geodesia y cartografía, Àurea Gallego, de la Universidad Politécnica de Valencia; la doctora arquitecta especialista en Gestión del territorio y medioambiente, Ana Coronado; el doctor e ingeniero técnico de la Universidad de Jaén, Manuel Ureña; el geógrafo y doctor de la Universidad de Granada especializado en Planificación territorial, José Antonio Cañete; el doctor en Tecnologías de la información de la Universidad de Alcalá, Germán Sánchez; el doctor en Informática de la Universidade da Coruña, Miguel Rodríguez, y el catedrático de Geografía de la Universidad de Jaén, José Domingo Sánchez.