La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha anunciado hoy en la Comisión de Agricultura del Parlamento Andaluz la puesta en marcha de unas ayudas adicionales a los ganaderos destinadas a la alimentación del ganado inmovilizado como consecuencia del brote de Viruela del Ovino-Caprino, que afecta a la provincia de Granada. En concreto, la Consejería de Agricultura cuenta con un presupuesto de 500.000 euros.
La tramitación de la ayuda adicional, anunciada por la consejera, se hará mediante una Orden y, una vez justificado el gasto por los ganaderos, se les hará el abono del importe en concepto de gastos por alimentación. Ayudas que se añaden a las de sacrificio que, como ha recordado, Carmen Crespo, “se están llevando a cabo sin ningún problema” y ahora, con la ayuda adicional, lo que se pretende es aliviar a los ganaderos que no pueden pastorear ni sacar a las ovejas o cabras de sus explotaciones.
Asimismo, la titular de Agricultura ha recordado todas las ayudas que están en marcha para ayudar al sector como la Medida 21 del sector ganadero, 70 millones de euros para fomentar los sistemas sostenibles de ganadería extensiva y las técnicas tradicionales de pastoreo; la exención del pago de tasas y ayudas concedidas por el sacrificio de animales.
La consejera ha aprovechado su comparecencia para “agradecer al equipo de Sanidad Animal de la Consejería su trabajo” junto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para el control y vigilancia de los focos que han aparecido en Granada. En el mismo sentido, la consejera ha añadido que desde la Consejería de Agricultura “se ha actuado con rapidez y diligencia desde la confirmación del primer foco el 19 de septiembre”, adoptando de forma inmediata las medidas de control contempladas en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 en lo referente a las normas relativas a la prevención y el control de determinadas enfermedades. Medidas que incluyen el sacrificio de los animales, eliminación de los cadáveres en planta de trasformación, limpieza y desinfección oficial de la explotación, establecimiento de una zona de protección de 3 kilómetros y una de vigilancia de 10 kilómetros, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones. Además, Andalucía, “por prevención y seguridad animal, mantiene activo el protocolo establecido en nuestra comunidad nada más detectarse el primero foco”.
Desde la Consejería de Agricultura se insiste en “la importancia de cumplir la absoluta inmovilización del ganado para evitar contactos de explotación a explotación” y ha recordado que es “necesario evitar el pastoreo”. Asimismo, se recuerda que “se trata de una enfermedad no zoonótica, que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales ni a través de productos de estos”. Y ha señalado “la importancia de aplicar unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de ovino y caprino, así como en el transporte animal”.