Se tuvo que esperar una semana. Pero el milagro de octubre al fin se hizo realidad. La Virgen del Valle pudo celebrar la procesión extraordinaria con la que pibe el broche de oro a los actos del Centenario Fundacional de su Hermandad. Una procesión que ha destacado por dejar estampas poco usuales, como la imagen de la Virgen con el manto de la flor de Lis y la ráfaga de las estrellas, restaurados recientemente.
Estampa también casi inédita la de la Virgen sobre su paso procesional acariciada por los rayos del sol, algo que no sucedía desde su coronación canónica, entre otros aspectos como el del recorrido, que ha hecho de la mañana de este domingo una jornada muy especial.
Devoción que encadena varios siglos y que se sigue haciendo presente en esta localidad del Condado de Huelva, que siempre se ha encomendado a su patrona y con la que ha vuelto a escribir una página con letras de oro en su historia.