Los profesionales del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Infanta Elena quieren aprovechar la celebración, en la jornada de hoy, Día Mundial contra el Sida, para realizar una llamada a la prudencia a la población y recordar que la enfermedad continúa presente, que cada año se registran nuevos casos y que se necesita de la colaboración y la vigilancia de todos para poder hacerle frente. En este sentido, la prevención y la detección precoz de la infección por VIH resultan básicas para evitar la expansión de la enfermedad y el mantenimiento de una buena calidad de vida.
Utilizar preservativo, no realizar prácticas sexuales de riesgo y no compartir jeringuillas resultan vitales para evitar el contagio, pero en caso de producirse, lo fundamental es detectarlo a tiempo. No hay que olvidar que se estima que en España más de 20.000 personas infectadas por VIH desconocen que lo están, lo que implica que pueden transmitirlo a otras personas. A ello hay que añadir un retraso en el inicio del tratamiento y peor pronóstico de la enfermedad, con el perjuicio en su calidad de vida. Y no solo es importante la detección a tiempo, sino también la adherencia total del paciente al tratamiento y el seguimiento por parte del especialista.
En la lucha conjunta contra la enfermedad que el Hospital Infanta Elena viene desarrollando desde hace más de 30 años, se han puesto en marcha una batería de medidas en las que participan varios servicios hospitalarios liderados por el área de Infecciosos, con la vista puesta en hacer frente al problema desde todos los frentes para poder alcanzar ese objetivo de ONUSIDA en el que el 95% de los pacientes con VIH estén diagnosticados, el 95% en tratamiento retroviral y el 95% presenten carga viral suprimida.
Con este objetivo, el servicio de Urgencias viene manteniendo desde hace más de un año un programa de cribado por sospecha de VIH oculto, con el que se pretende avanzar en el diagnóstico precoz, ya que, en muchas ocasiones, supone la única relación de algunos perfiles de pacientes con el sistema sanitario. Cada positivo detectado a tiempo evita que entre 2 y 4 personas más puedan contagiarse y el inicio del tratamiento con antirretrovirales.
El protocolo consiste en la realización de prueba serológica de VIH a todos los pacientes con edades comprendidas entre los 18 y los 70 años que sean atendidos en el Servicio de Urgencias por diferentes situaciones clínicas. Una medida que ya se está adoptando en muchos hospitales de la comunidad.
La infección por VIH sigue sin estar controlada a nivel mundial y los datos advierten de que el 53% de los nuevos diagnósticos que se producen en España se realizan de forma tardía, con las consecuencias que esto tiene para el paciente, en cuanto a peor pronóstico y una mayor pérdida de calidad de vida y su repercusión en el ámbito de la salud pública, al propiciar la propagación de la enfermedad.
En este sentido, el centro hospitalario ha incorporado un tratamiento preventivo farmacológico, que cuenta con la validación del Ministerio de Sanidad y es capaz de reducir significativamente el riesgo de contraer la enfermedad en aquellas personas que se ven expuestas al virus en mayor medida y por diversos motivos. De esta manera, no solo evitamos que estas personas enfermen, sino que también reducimos el riesgo de que infecten a otros, cortando así el circuito de transmisión. En estos momentos se encuentran 25 personas en seguimiento por este motivo en la consulta.
Una vez detectada la infección, resulta fundamental la implantación del tratamiento y la adherencia del paciente al mismo. Por este motivo el Hospital cuenta con un sistema de seguimiento del paciente en las áreas de Farmacia y consultas externas de Enfermedades Infecciosas capaz de registrar cuándo el paciente recoge su medicación y si acude a consulta en la fecha señalada, facilitando así la accesibilidad y garantizando la adecuada respuesta a este problema de salud pública.
Siguiendo esta premisa, el Servicio de Enfermedades Infecciosas ha venido manteniendo durante los últimos años una amplia colaboración con diferentes asociaciones y ONGs como Cruz Roja Huelva, “Mujeres en Zona de Conflicto” (MZC), Huelva Acoge, ACCEM y Fundación Cepaim, entre otras, con las que mantiene, entre otras colaboraciones, un programa de cribado de VIH y otras enfermedades infectocontagiosas, con el fin de facilitar el acceso de ciertos grupos de población más vulnerable a la atención sanitaria, sobre todo la atención de este tipo de patologías, que requieren de un abordaje más continuado por su salud y la de todos.
Para estos colectivos que se encuentran en una situación de exclusión social se mantiene en el centro un protocolo de atención para el despistaje de VIH, VHB, VHC y enfermedades de transmisión sexual del que se han beneficiado ya 45 mujeres que participan en los programas de MZC, mientras que han sido 600 personas las incluidas en este programa residentes en pisos de acogida de varias ONGs de Huelva.