Con la llegada de las últimas lluvias, Doñana vuelve a su imagen habitual.
Nuestro pulmón natural recupera el verde propio de su paisaje, el color inunda sus marismas y la vida se recrea de nuevo en su naturaleza.
Una estampa que nos aleja de la imagen que deja el verano y que nos prepara para su época más frondosa. Por lo que las lluvias siempre son bienvenidas en está zona.
No obstante, desde el Parque subrayan que «que las cifras de agua acumulada están aun algo por debajo de la media, alrededor de los 180 litros en el acumulado de octubre, cuando la media en Doñana es de 256 litros hasta diciembre”, y apuntan que las expectativas más favorecedoras sería que la lluvia continuara “de aquí hasta final de año».
Ahora, mirar a Doñana es mirar a la naturaleza en su pura esencia. Una amplia gama de verdes que se mezclan con el azul del cielo y que dejarán que los tonos naranjas y rosas propios del amanecer den comienzo a la vida más salvaje.