Ella es: Antonia Acebedo y sus manos: las artífices de auténticas obras de arte desde los 14 años. Ahora, a sus 97 años recuerda y sigue dándole forma a numerosas telas han jugado un papel muy importante en su vida.
Una afición donde numerosas personas han tenido el privilegio de vestir esas prendas bajo el nombre de “Antoñita la costurera”. Vestidos de novia, comunión, flamenca, e incluso ropa para el día a día que no dejaba indiferente a nadie, porque como bien señala Antonia en numerosas ocasiones: “no había otro como ese”.
Su casa ha sido testigo de montañas de tela, hilos y agujas, que además sirvieron de aprendizaje durante largas tardes a varias mujeres de la localidad hinojera, pequeñas aprendices que en la actualidad mantienen el legado de esta querida costurera.
Aunque para ella sin duda, el mejor pespunte de su vida ha sido el tener a su familia unida cada día.