La imagen de Santa Águeda ha recorrido, un año más, las calles de Villalba del Alcor. Una procesión que ya sí recuerda a las vividas anteriormente a la pandemia, y que cuenta con la presencia de numerosos vecinos y devotos llegados desde otras localidades, a pesar del frío propio de estas fechas.
Una procesión que, como en cada año, es posible gracias al esfuerzo del equipo de capataces y costaleros. Más de cuarenta almas que se convierten en los pies de la patrona villalbera en su caminar por las calles de la localidad.
Con la procesión se pone el broche a los principales cultos que arrancaron a finales de enero con la novena, pero no es el colofón a estas fiestas, pues hasta mediados de febrero, la Santa no vuelve a su ermita.
En definitiva, una vorágine de sentimientos, tradición y, sobre todo, mucha fe en torno a esta Santa de Catania que, de nuevo, volvió a reencontrarse con su pueblo en esta cita invernal cofrade de la provincia.