La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha destacado el papel crucial de los ERTE en la protección del empleo durante la crisis originada por la COVID-19, como se desprende del informe que se presentó ayer en la Jornada «Preparando los ERTE para el futuro». El director del Área de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE, Stefano Scarpetta, ha constatado que «los ERTE tuvieron un papel fundamental a la hora de evitar pérdidas de empleo durante la crisis».
En conjunto, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo protegieron a 4,2 millones de trabajadores a lo largo de los dos años de pandemia, con un uso particularmente intenso por parte de las empresas de menos de 50 trabajadores, que supusieron el 95% de las compañías con estos expedientes. «El impacto positivo del ERTE en el empleo queda confirmado por una evaluación en profundidad basada en el uso de datos administrativos exhaustivos y una estrategia innovadora para identificar los efectos causales», destaca la OCDE.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones Elma Saiz ha recordado que, «a diferencia de lo sucedido en España durante otras crisis económicas en el pasado, donde se aplicaron recetas unilaterales basadas en la reducción del gasto, también conocidas como políticas de la austeridad, el sistema de los ERTE supuso una respuesta rápida basada en la protección del empleo, acordada entre el Gobierno y los interlocutores sociales. Ahora, la OCDE reconoce que fue una herramienta muy acertada que ha salvado una cantidad fundamental de empleos y que ha permitido una recuperación muy rápida teniendo en cuenta la envergadura de la crisis».
El director del Área de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE, Scarpetta, ha puesto de relieve que no solo «se tomaron medidas en una situación excepcional, sino que además, se han consolidado en la legislación. Gracias a esto España es uno de los pocos países con un mecanismo para proteger el empleo en las crisis que puedan venir».
Los ERTE, junto con la protección a los trabajadores autónomos y las ayudas ICO, entre otras, demostraron su eficacia permitiendo recuperar el nivel de empleo previo a la COVID en 15 meses, mientras que, por ejemplo, en la última crisis financiera la recuperación del nivel de empleo se produjo 143 meses después.
«Conviene aprender esta lección de cara al futuro, tanto en España como en la UE», ha dicho Saiz en la clausura de la jornada. «Debemos establecer en la Unión Europea en su conjunto un sistema de garantía del empleo de carácter estructural que permita responder a shocks económicos», ha añadido.