El delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Pedro Yórquez, ha soltado al medio natural un ejemplar de águila pescadora (Pandion haliaetus) que ha permanecido durante un mes en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Marismas del Odiel.
El ave casi ha triplicado su peso durante este periodo con el tratamiento llevado a cabo por veterinarios y cuidadores para hacer frente al cuadro de debilidad que presentaba cuando fue rescatado por un ciudadano en el Puente de La Barca, en el término municipal de Cartaya. Ingresó en el CREA con 1,2 kilos de peso y con síntomas de desnutrición, deshidratación y problemas respiratorios, por lo que era incapaz de volar.
Este águila pescadora, un macho de dos años, ha seguido una evolución favorable con alimentación inducida y musculación en voladero. Ha necesitado, por otra parte, un injerto de plumas. Los técnicos de la Junta de Andalucía le han adherido un transmisor antes de la suelta, que se ha llevado a cabo en las Marismas del Tinto, en término municipal de Palos de la Frontera, por ser “un lugar idóneo para la invernada de esta especie”, según ha apuntado el delegado territorial del ramo.
Pedro Yórquez ha estado acompañado por las concejales de Medio Ambiente, Gemma Domínguez, y de Organización Municipal de Palos de la Frontera, Mónika Uchman, y por el director conservador del Paraje Natural Marismas del Odiel, Fidel Astudillo. En este espacio protegido se realiza el control y seguimiento del programa de reintroducción del águila pescadora en la provincia de Huelva.
La campaña de anillamientos de pollos de 2024 ha concluido con los mejores datos de reintroducción de los últimos 20 años. Esta cifra confirma a Marismas del Odiel y su entorno como el lugar con mayor concentración de águilas pescadoras reproductoras de la Península Ibérica. La Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha registrado 11 parejas reproductoras establecidas en el paraje. Siete de ellas han tenido éxito. El equipo técnico ha anillado 19 pollos, 10 machos y 9 hembras.
“Se ha marcado un hito en los niveles de conservación de Marismas del Odiel. Las cuatro parejas que no han conseguido reproducirse, por motivos de inmadurez de algún miembro de la pareja, tienen su nido y territorio fijados, esperando que se reproduzcan en próximos años”, ha explicado el delegado territorial, Pedro Yórquez.
Los anillamientos se realizaron durante los meses de mayo y junio. El grupo encargado de esta función está integrado por el director conservador del espacio protegido, personal veterinario del CREA, el experto en ornitología José Manuel Sayago, técnicos de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y personal de mantenimiento del paraje. Los Agentes de Medio Ambiente realizan labores de supervisión. Las sesiones de anillamiento incluyen la toma de muestras de sangre, medición y pesado a las crías.
Pedro Yórquez ha destacado el trabajo del dispositivo porque “estos anillamientos han supuesto todo un reto para los técnicos por su difícil accesibilidad, teniendo que llegar a algunos nidos en barco o ‘zodiac’ y superando el inconveniente de la altura de las estructuras donde se encuentran ubicados los nidos”.
El anillamiento es fundamental para evaluar y controlar la evolución de los ejemplares, así como los desplazamientos en los siguientes años. Proporciona la información suficiente para la adecuación del entorno y datos acerca de la idiosincrasia de la propia especie. Además, las muestras biológicas y biométricas tomadas por los veterinarios permiten un estudio sanitario.
El registro de 2024 determina que existen en Marismas del Odiel hembras reproductoras procedentes de Cádiz, de las Islas Baleares y, como gran novedad, de Portugal. Es la primera vez que un ejemplar procedente de país vecino cría en España. También hay nítida constancia de que en otros lugares de la Península Ibérica se asientan ejemplares que han nacido es este Paraje Natural. “La dispersión de águilas pescadoras desde Marismas del Odiel es una importante noticia para mejorar la viabilidad genética de la especie”, ha apuntado el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.
A las aves sedentarias de esta especie se unen cada año en Huelva una 90 invernantes, por lo que en invierno se supera el centenar de ejemplares de esta rapaz en la provincia onubense. La llegada de águilas pescadoras desde países como Finlandia, Noruega, Suecia, Alemania, Francia, Polonia y Escocia hacen también de esta zona la más concurrida de la Península Ibérica en invernada.
El águila pescadora es una de las aves emblemáticas de Marismas de Odiel, que este año cumple el cuadragésimo aniversario de su declaración como Paraje Natural. La Isla de Enmedio y la Marisma del Burro también alcanzan 40 años como Reservas Integrales. “Sin duda, estos datos reproductivos del águila pescadora nos permiten celebrar el aniversario con la seguridad de que el espacio protegido del Estuario del Odiel goza de buena salud”, ha añadido Yórquez.