Mal acaba lo que mal empieza. Así podríamos resumir la temporada 2023/2024 del San Roque que ha concluido, a falta de una última jornada, con la consumación del descenso a Tercera Federación. Sería ventajista decir aquello de «se veía venir», pero la realidad es que «se veía venir», a pesar de que el aficionado guardase un último aliento de esperanza en esta recta final.
Empate a cero en el Ciudad de Lepe en la jornada 33, última en casa, ante un El Palo con una situación similar o peor que la del conjunto aurinegro. Al equipo de Pavón solo le valía ganar sí o sí en estas dos últimas jornadas si quería tener opciones, dependiendo de que no ganasen ni Racing Mar Menor ni Cádiz Mirandilla, de hecho, ninguno ha logrado pasar del empate en sus encuentros por lo que de haber ganado este domingo, el San Roque hubiese llegado con opciones a la última jornada ante Orihuela, difíciles opciones, pero reales.
Se podría hablar de injusticia arbitral, goles anulados y toda la situación extradeportiva que ha llevado al San Roque de vuelta a la quinta categoría del fútbol español, pero ahora toca reflexionar y levantar a un equipo abatido donde las lágrimas de jugadores como Jesús Rueda en la sala de prensa son las lágrimas que llora el aficionado aurinegro. Hay que pasar el duelo y acabar la temporada de la forma más digna posible el próximo domingo en Alicante y, a partir de ahí, borrón y cuenta nueva. No es la primera vez que este equipo se cae y, por tanto, no será la primera vez que se vuelva a levantar.