La Hermandad del Gran Poder de Almonte ha vivido este fin de semana uno de los momentos más felices de su historia, ya que tras 73 años en la Parroquia de la localidad, el viernes se bendijo su capilla en la calle Santiago.
Tras la bendición tuvo lugar una misa pontifical presidida por el párroco de Almonte, Antonio Cepeda y concelebrada por más de una decena de sacerdotes, vinculados a la cofradía en los últimos años. Unas 400 personas vivieron este momento histórico que se sumó al vivido el domingo, cuando Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, María Santísima en su V Angustia y San Juan Evangelista fueron trasladados a su nuevo templo.