El olor del incienso siempre está asociado al tiempo de Cuaresma y de la propia Semana Santa para marcar esta etapa en el calendario.
Aunque hay otro aroma que también está muy presente en estas fechas… el olor a torrijas, ese olor y sabor inconfundible que dibuja este producto durante la época de Cuaresma.
Una elaboración, cuyo secreto para conseguir el éxito reside en hacerlas con mucho cariño y mimo, además de contar con productos de excelencia.
El pan, el vino, la leche y la miel son los ingredientes estrellas para fabricar unas buenas torrijas y una vez que contamos con todos ellos hay que elaborar tres medidas diferentes.
El siguiente paso después de haber elaborado las diferentes medidas es encender la freidora y ponernos manos a la obra.
Esta popular receta es un secreto familiar que ha ido traspasando de generación en generación.
Sumergirse en un ambiente cofrade, gracias al acompañamiento musical de las marchas de Semana Santa también es un factor clave para la creación de este producto de repostería.
Por toda la comarca del Condado ya se está respirando el aroma tan característico de este dulce típico de la Cuaresma que anuncia que está cada vez más cerca la llegada de una nueva Semana Santa.