La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda prohibirá a partir del 1 de enero el acceso de patinetes eléctricos en el transporte público de Andalucía (metros, autobuses y catamarán). La restricción, que es similar a la que se ha llevado a cabo en otros puntos de España y Europa, se implantará de forma temporal para hacer prevalecer el principio de seguridad de los viajeros, ya que se han producido en los últimos meses situaciones de peligro generadas por incendios de baterías que se han producido en transportes públicos. Esta prohibición se mantendrá hasta que esos riesgos tiendan a remitir.
La decisión se ha adoptado como consecuencia de la resolución de la Dirección General de Tráfico (DGT) acerca del certificado de seguridad de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP). La DGT indica que, a partir del 21 de enero solamente se comercializarán patinetes eléctricos certificados, alegando motivos de seguridad vial y protección al conductor. Sin embargo, estas garantías de seguridad no se aplicarán a los patinetes eléctricos en servicio antes de esa fecha, que tendrán una moratoria para seguir circulando sin regulación alguna hasta 2027.
Dada esta situación, la Consejería de Fomento ha determinado no autorizar el acceso de estos dispositivos al sistema de transporte público con la firme idea de que debe primar la seguridad de los viajeros. Además, ha solicitado dos informes que avalan la medida de prohibir el acceso a los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) eléctrico: uno del Departamento de Autoprotección y Seguridad de Metro de Sevilla -que aplicó una serie de medidas para el uso de patinetes en hora punta- y un segundo de la Escuela Técnica de Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla.
Este último informe, entregado a mediados de este mes de diciembre, concluye que la «seguridad de las personas debe prevalecer ante cualquier consideración». En esa misma línea, recomienda que la prohibición se mantenga «hasta que los riesgos identificados tiendan a desaparecer». En el último año y medio, recoge este análisis, se ha presentado «un número no despreciable de casos reportados de peligrosidad en los que se han encontrado implicados vehículos VPM que, portando acumuladores eléctricos, estaban embarcados en medios de transportes públicos». Además, hace alusión a la resolución de la DGT y recomienda que es necesario mantener la moratoria hasta que todos los patinetes eléctricos en servicio cuenten con certificación.
Andalucía no es el único territorio que ha aplicado restricciones al acceso de patinetes eléctricos al transporte público. Desde el pasado 12 de diciembre, Renfe ha prohibido su entrada en todos sus trenes de viajeros, decisión que también se ha extendido al Tranvía de la Bahía de Cádiz (Trambahía), perteneciente a la Junta de Andalucía pero en régimen de funcionamiento colaborativo con Renfe. Asimismo, la Comunidad de Madrid, el área metropolitana de Barcelona y Mallorca han aplicado la misma medida en todo el transporte público, mientras que Valencia lo ha aplicado a los servicios ferroviarios (cercanías, metro y tranvía). En otros países, como es el caso de algunos operadores ferroviarios de Reino Unido e Irlanda, y el Metro de Londres o Hamburgo, también han prohibido el acceso de patinetes eléctricos a sus trenes.