Dos partes y dos mundos divididos por una acción que a la postre del resultado fue crucial para el devenir del envite. La expulsión tras el termino de los primeros 45 minutos de Mizzian condenó a los locales, que sin referencia en ataque y sin nadie en el banquillo para paliar esta falta, vio como poco a poco los hispalenses le fueron comiendo terreno hasta hacerse con el triunfo.
La primera mitad tuvo un tono muy similar al visto ante el Marbella la semana pasada, con unos sanroquistas que se sintieron cómodos con el balón y sumaron numerosas ocasiones para irse por más de un gol en el marcador al término de la la misma. Aun así, la afición lepera solo pudo celebrar el golazo de Abreu desde fuera del área, un tremendo zapatazo a la escuadra de Matías que hizo que todo el presente en el Ciudad se levantase de sus asientos (1-0, 10´). Llegaba el final de estos primeros 45 minutos y entonces llegó la jugada que marcaría la cita: choque de cabezas entre Isra y Mizzian saldado con roja para ambos y dejando a Pavón sin su único ariete natural para toda la segunda mitad.
Con 10 jugadores en el verde en ambas plantillas arrancó la segunda parte. Es entonces cuando la cita se pareció más al San Roque del comienzo del campeonato, un equipo sin referencia en el área rival, un equipo al que le cuesta asociarse, que se echa atrás y que espera las acometidas del rival. El gol de empate llegó de manera fortuita, falta de entendimiento atrás entre Rueda y Romero, en la cesión del defensa a su portero, que aprovechó Musa para anotar el 1-1 (62´). El gol fue un mazazo moral para los chicos de Pavón y un brote verde para un Sevilla Atl que empezó a acumular hombres en ataque hasta llevarse la victoria en el 91´ gracias a un centro de Hormigo desde flanco izquierdo que remató en el segundo palo Sow.
El San Roque vuelve a las malas andadas y acumula once jornadas en descenso.