Si los merecimientos dieran victorias, hoy el San Roque hubiera sumado de tres. Aunque al no ser así, los de Pavón se han tenido que conformar con un punto ante la Balompédica Linense (0-0). Esta tarde los leperos si fueron dignos de su primer triunfo en casa, aunque no contaban con Facundo, un inspirado meta visitante que pareció poseído por el espíritu de Iker Casillas. Varios disparos a bocajarro parados por el portero uruguayo desesperaron a un Mizzian que se fue de la cita con la conciencia intranquila por haber tenido el gol en la mano y haberlo dejado escapar. Sea como fuere, llueve sobre mojado en Lepe, las jornadas pasan y el marcador de victorias sigue anclado en una en 10 jornadas. Saldo insuficiente.
Sobre el choque, la primera parte se jugó en el aire, mucho fútbol directo, balones en largo y demasiada brega. Poco o nada se vieron en los primeros 45 minutos a Facundo y Romero, porteros que fueron meros espectadores en una primera mitad donde la segunda jugada y el balón parado tuvieron todo el protagonismo. Caso diferente fueron los 45 minutos, el cansancio físico de ambas defensas y el refresco de piernas desde el banquillo de Sergio García y Abreu desequilibraron la balanza hacia los locales, que encontraron en la rotura del partido la fórmula perfecta para lucir a Facundo, portero de la Balompédica Linense. El cancerbero las paró de todos los colores: al primer palo, al segundo, a bocajarro o desde fuera del área, para la desesperación de Mizzian, Sergio García, Kevin Bautista o Abreu.
¿Consuelo? Queda mucha liga y el miércoles vuelve la Copa Federación al Ciudad de Lepe. Llegar a una final haría borrar el mal comienzo liguero de los leperos.