El diputado del Área de Infraestructuras de la Diputación de Huelva, Alejandro Márquez, ha visitado los talleres donde se están confeccionando los remates que tendrá la columna del IV Centenario y que, según las previsiones, podrían estar acabados a mediados del próximo mes de mayo. Con estas obras, se recuperan la corona y el orbe de la columna, símbolos del monumento original, diseñado por Ricardo Velázquez Bosco en 1892 y eliminado en el proyecto de Luis Martínez Feduchi. El monumento irá rematado con una cruz, como originariamente, y al igual que la corona y el orbe se reinterpretarán desde una visión estética contemporánea.
Según ha informado la Diputación en una nota, el tiempo estimado para la instalación de los remates es de una semana, ante lo que Márquez, quien se ha mostrado «muy satisfecho» del estado de ejecución de los trabajos, ha destacado que «con la terminación de este remate, completan la actuación en la Columna Conmemorativa del IV Centenario del Descubrimiento de América, una seña de identidad para La Rábida, para los Lugares Colombinos y para el conjunto de la provincia de Huelva».
El diputado de Infraestructuras ha asegurado que «van a tener que pasar muchos años para que a La Rábida se le pueda dar un impulso en materia de infraestructuras como el que le está dando la Diputación de Huelva en estos cuatro años de mandato».
La restauración de la columna cuenta con una inversión de 2,5 millones de euros, que se suma a la actuación integral que la institución provincial está llevando a cabo en el entorno de La Rábida en el periodo 2012-2015, con una inversión total de 8,5 millones de euros enmarcado en las fases I y II del proyecto Forum, con lo que se va a contribuir a hacer de La Rábida «un lugar mejor y más atractivo, enfocado al turismo y centrado en los visitantes».
Para la ejecución de los remates metálicos, así como la fabricación de todos los anclajes de elementos pétreo de la columna se ha utilizado un acero inoxidable especialmente resistente a la corrosión en ambientes marinos e industriales.
El diseño que se propone para la cruz, con una altura de 2,20 metros, repite el diseño de la cruz existente. En cuanto al orbe, una vez montado de forma completa en el taller, se dividirá en tres partes para asegurar su transporte, no sólo desde el taller a la obra, sino especialmente para el izado a su posición definitiva sobre la parte superior de la columna. Colocado en su posición definitiva, las tres partes se unirán mediante tornillos calculados para alta resistencia. Por su parte, la corona se transportará dividida en dos partes y con ella se iniciará la colocación de los remates.
La directora del proyecto, María Luisa Marín, ha afirmado que se trata de «un monumento muy interesante, por su altura, y muy esbelto», y puesto que «es difícil encontrar un edificio tan esbelto, la restauración está siendo muy especial».
Otra de las novedades de la restauración es que la estructura estará dotada de una escalera interna de caracol por la que se podrá acceder y que facilitará las tareas de mantenimiento. El monumento alcanzará una altura de 47,5 metros desde las escalinatas sin contar la cruz.