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La Junta destina 840.000 euros para modernizar y reforzar el Banco de Germoplasma Vegetal de Andalucía

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La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha visitado este lunes las instalaciones del Banco de Germoplasma Vegetal de Andalucía, situadas en el Real Jardín Botánico de Córdoba (Instituto Municipal de Gestión Medioambiental – IMGEMA), donde ha subrayado el compromiso del Gobierno andaluz con la protección y conservación de la flora silvestre.

Durante el recorrido, la consejera ha destacado la inversión de 840.000 euros que la Junta de Andalucía destinará hasta 2027 para garantizar el funcionamiento y la mejora de esta infraestructura, considerada una de las más importantes de España y un referente internacional en materia de biodiversidad. “De este modo reafirmamos nuestra apuesta por la conservación del patrimonio natural, asegurando que el Banco de Germoplasma siga siendo un espacio de futuro para la ciencia, la agricultura y la salud”, ha declarado.

En el acto también han estado presentes el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, Adolfo Molina; el alcalde de Córdoba, José María Bellido; el director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez Valenzuela; el delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en la provincia, Rafael Martínez, y el delegado de Sostenibilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Córdoba y presidente del IMGEMA, Daniel García-Ibarrola, entre otras autoridades.

Catalina García ha señalado que el Banco de Germoplasma “conserva más de 11.000 accesiones de semillas y material vegetal de unos 3.300 taxones de la flora andaluza e ibérica, lo que lo convierte en una herramienta esencial para detener la pérdida de biodiversidad”. Además, ha recordado que este centro custodia recursos genéticos que representan más del 60% de la flora de la Península Ibérica y Baleares, con transferencias de material a más de 40 instituciones científicas de todo el mundo.

La consejera ha indicado que la labor desarrollada en estas instalaciones “ha permitido impulsar proyectos de investigación de gran alcance, desde aplicaciones farmacológicas y agronómicas hasta estudios sobre la evolución de especies en distintos contextos climáticos”. En este sentido, ha sostenido que el Banco de Germoplasma “ha actuado como una verdadera reserva genética de futuro, capaz de ofrecer soluciones a retos ambientales y sociales de enorme trascendencia”.

Instalaciones para el estudio científico y técnico especializado
El Banco, fruto de un convenio firmado en 2023 entre la Consejería, la Universidad de Córdoba y el Instituto Municipal de Gestión Medioambiental, cuenta con instalaciones específicas construidas para su funcionamiento y con un equipo científico y técnico especializado. Catalina García ha afirmado que esta colaboración institucional “ha hecho posible fortalecer la conservación de semillas, bulbos, esporas y pólenes, garantizando que Andalucía lidere las políticas de preservación vegetal en el ámbito nacional e internacional”.
La consejera ha reseñado que el Banco de Germoplasma “ha renovado su equipamiento en 2025 a través de una inversión de más de 280.000 euros, cofinanciado con fondos europeos FEADER, que ha dotado a las instalaciones de nuevas cámaras frigoríficas, una cámara de germinación y una cabina de flujo laminar”. Estos recursos, ha añadido, “han asegurado que el trabajo científico se realice en condiciones óptimas y con estándares internacionales de calidad”.

La consejera ha remarcado que los trabajos que se realizan en el Banco “han abarcado desde la recolección de semillas en el medio natural y su preparación para conservación a largo plazo, hasta ensayos de germinación que han garantizado la viabilidad de las muestras y la obtención de plantas con flor a partir de bulbos”. Asimismo, ha apuntado que “ha mantenido bases de datos especializadas que han permitido un control preciso de cada lote conservado y su disponibilidad para la comunidad científica”.

Catalina García ha puesto en valor la proyección internacional de este centro, que participa en el sistema Index Seminum de intercambio de semillas con la Asociación Ibero-Macaronésica de Jardines Botánicos. “Compartimos material genético con instituciones de todo el mundo, lo que ha reforzado el papel de Andalucía en las redes de cooperación científica y en la lucha global contra la pérdida de biodiversidad”, ha dicho.

En su visita, la consejera también ha querido resaltar la dimensión social de este trabajo. “Hemos apostado por un modelo que no solo protege la flora, sino que genera conocimiento, impulsa la investigación universitaria, fomenta la divulgación y abre las puertas a nuevas oportunidades para el desarrollo sostenible”, ha agregado.
Firma de convenios para la mejora del paisaje agrario
Por otro lado, la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha presidido en el Real Jardín Botánico de Córdoba la firma de once convenios de colaboración con propietarios y gestores de fincas agrícolas en las que se desarrollará el ‘Proyecto para la mejora de la conectividad ecológica en el área piloto AP01 de la campiña de Córdoba’. Catalina García ha manifestado que “damos así un paso decisivo en el camino de unir la actividad agrícola con la conservación ambiental, demostrando que es posible avanzar hacia un paisaje más equilibrado y sostenible”.

El proyecto contempla medidas de restauración ecológica del paisaje agrario, como la implantación de setos vivos, bosques isla, árboles aislados, sotos o bioarcas, así como actuaciones destinadas a reducir la erosión y recuperar zonas degradadas. La consejera ha asegurado que “estas actuaciones harán posible crear corredores naturales para mejorar la biodiversidad en la campiña y ofrecer nuevas oportunidades a la fauna silvestre”.
Catalina García ha valorado la implicación de los agricultores cordobeses, destacando que “han mostrado una gran sensibilidad hacia la conservación, entendiendo que la riqueza natural también forma parte de la productividad y de la identidad de sus fincas”.

En esta primera fase participan explotaciones ubicadas en los municipios de Córdoba y Castro del Rio tan emblemáticas como Malabrigo, La Reina y La Reina de Santa Cruz, junto a Benazurera, Huesar el Bajo y Huesar la Alta, además de Calmas de Santa Cruz, Pocohumo, Los Abades y La Juradilla, La Zarza y Las Trescientas, que han abierto sus puertas a la integración de medidas de bioinclusión en el paisaje agrícola, en las cuales se plantaran cerca de 17.500 plantas durante los 12 meses de ejecución de las actuaciones. Además, se fomentará el empleo local creando un total de 1.725 jornales.
El proyecto cuenta con financiación procedente del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con un presupuesto de más de 714.000 euros. Catalina García ha indicado que “nuestro objetivo es utilizar los fondos europeos que le corresponden a Andalucía como una palanca para transformar nuestro medio rural, aportando recursos para hacer frente a la crisis climática y consolidando un modelo de agricultura más respetuosa con el entorno”.

Por último, la consejera ha subrayado que la iniciativa “ha nacido con vocación de convertirse en un referente fácilmente transferible a otras fincas agrícolas de Andalucía”, y ha añadido que “estamos trabajando para que Córdoba lidere este proceso, convirtiéndose en un escaparate de buenas prácticas que pueden replicarse en otros territorios”.

Además de propietarios y gestores firmantes de los Convenios de Colaboración y el Ayuntamiento de Córdoba como colaborador del proyecto a través del Convenio de Colaboración firmado en abril del año 2023 entre la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente y el Instituto Municipal de Gestión Medioambiental (IMGEMA) del Ayuntamiento de Córdoba, han participado representantes de la Universidad de Córdoba, IFAPA Córdoba, Instituto de Agricultura Sostenible (CSIC) y ASAJA Córdoba, entre otros.

También durante el acto de hoy, Catalina García ha firmado junto al alcalde de Córdoba, José María Bellido, un protocolo de colaboración entre la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Córdoba. El acuerdo permitirá desarrollar actuaciones de conservación ex situ —es decir, fuera de su hábitat natural— de especies amenazadas, además de reforzar la colaboración en los programas de conservación y recuperación de fauna silvestre.

Algunos de estos programas incluyen la cría en cautividad de ejemplares que, una vez desarrollados, se reintroducen en el medio natural. Con ello se busca reforzar las poblaciones silvestres y mejorar su estado de conservación.
Por su parte, el Ayuntamiento de Córdoba gestiona, dentro de sus competencias medioambientales, el Centro de Conservación Zoo Córdoba, una instalación municipal que promueve y participa en programas de conservación ex situ para proteger y recuperar especies autóctonas de la fauna andaluza. Este centro también desarrolla una labor divulgativa sobre la importancia ecológica de estas especies y la necesidad de garantizar su preservación, tal y como establece la legislación ambiental.

El Zoo Córdoba cuenta con una amplia experiencia en la cría en cautividad de especies protegidas y amenazadas. Dispone de personal especializado, instalaciones adecuadas y protocolos de actuación para atender estos trabajos. Además, forma parte de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA) y se encuentra en proceso de incorporación a la European Association of Zoos and Aquariums (EAZA).

A lo largo de los años, este centro ha colaborado estrechamente con la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente en distintos proyectos de conservación ex situ de especies incluidas en los Planes de Recuperación y Conservación. Entre ellas, destacan el lince ibérico (Lynx pardinus), la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), el alimoche (Neophron percnopterus) y el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), así como diversas aves necrófagas, esteparias y de humedales, además de peces e invertebrados de ecosistemas acuáticos continentales.

El centro también ha colaborado en la lucha contra especies exóticas invasoras y en la conservación del galápago leproso (Mauremys leprosa), el galápago europeo (Emys orbicularis), el corzo morisco (Capreolus capreolus garganta), la cabra montés (Capra pyrenaica), el lobo ibérico (Canis lupus signatus), la nutria europea (Lutra lutra), la tortuga mediterránea (Testudo hermanni), la tortuga mora (Testudo graeca) y distintas aves autóctonas presentes en su colección zoológica.

En estos casos, el Zoo Córdoba pone a disposición sus instalaciones y personal, y actúa como centro receptor de animales para su aclimatación o tratamiento previo a la reintroducción en el medio natural. También sirve como punto intermedio para reforzar poblaciones y coordina traslados hacia los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), entre otras tareas.

“Este protocolo da continuidad a una colaboración ejemplar entre instituciones que comparten un mismo objetivo: proteger nuestro patrimonio natural y garantizar el futuro de las especies más vulnerables”, ha señalado Catalina García, que ha destacado “la importancia de unir recursos, conocimiento y experiencia para avanzar en la conservación de la fauna andaluza”.

Por todo lo anterior, y ante las necesidades de la Consejería a corto, medio y largo plazo, se justifica la firma de este marco de colaboración estable entre ambas entidades. Con él se pretende mantener y ampliar las acciones conjuntas mediante acuerdos específicos vinculados a los diferentes planes de recuperación y conservación.

Las actuaciones de interés común se centrarán en las especies incluidas en esos planes que requieren medidas de conservación ex situ. El protocolo tendrá una vigencia de cuatro años, prorrogable por un periodo similar.

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