Las aplicaciones prácticas y vías de acceso al inconsciente han llamado la atención de más de 56 alumnos que se han matriculado en el Curso de Verano ‘Fundamentos de la Hipnosis Eriksoniana aplicada a la optimización del rendimiento mental’. Este curso, cuya directora es Teresa García Sánchez, fue presentada esta mañana por la vicerrectora del Campus de La Rábida, Yolanda Pelayo, quien no dudó en advertir que se trata de uno de los cursos más llamativos y con mayor repercusión del programa académico de la UNIA.
En rueda de prensa ante los medios de comunicación, Pelayo ha afirmado que ha tendido un gran demanda y ha añadido que “podemos decir que dentro de los cursos de verano, que han sido una totalidad de 23, junto otros dos, este está dentro del top ten de cursos por número de alumnos. Por lo tanto, las aportaciones de la hipnosis tienen interés general”.
Las incógnitas que genera el inconsciente, todo lo oculto y misterioso que encierra la mente, son desveladas por los alumnos a través de métodos que ha aprendido Teresa García Sánchez en el Instituto Erickson Madrid-Los Ángeles de Estados Unidos. La directora ha explicado de manera muy sencilla que lo que se pretende es “focalizar la atención en lo que estás haciendo y sacar el mejor rendimiento de ti mismo. Estamos hablando de un curso aplicado como autohipnosis a cada persona”.
Según García Sánchez, a lo largo del programa académico se realiza un entrenamiento para que el estudiante pueda concentrarse en el estudio, o “concentrarse en un examen”. Así mismo, tiene la aplicación de ayudar a “manejar el dolor físico, para lo que sería el dolor sentimental lo haríamos más en el marco de una psicoterapia. Para el físico la hipnosis ericksoniana y la clásica es muy empleada”. Ha precisado que para esta clase de tratamientos la hipnosis se estudia en múltiples universidades “desde siempre”.
Otra de las aplicaciones más comunes de este novedoso curso que oferta la UNIA por primera vez, es el de permitir cambios y nuevos conocimientos en la mente de alguien de una forma mucho más segura y rápida a nivel inconsciente. “Es una manera de disociar la parte consciente e inconsciente, y es algo que hacemos todos los días: es lograr un estado en el momento adecuado para que las sugestiones positivas que la persona necesita aportarse a sí misma, pueda integrarlas rápidamente”.
En otras palabras: se aprende a dejar de lado la parte crítica y consciente, dejarse como espectador pasivo. Según García Sánchez, “con todas las investigaciones de neurociencia, estamos teniendo muchos alumnos que son neurocientíficos, porque si se investiga a la persona en hipnosis, se puede fraccionar el funcionamiento del cerebro. Es decir, si le están hablando de emociones determinadas, van a poder ver qué parte del cerebro funciona, de manera que hay mucha demanda”.