El coordinador provincial de Izquierda Unida, Pedro Jiménez, ha pedido a la Junta de Andalucía que mantenga su negativa al proyecto de almacén de Gas Natural en el Parque Nacional de Doñana. Jiménez entiende que la Comisión Europea no ha entrado en el fondo del asunto: los riesgos que la explotación gasista acarrearía a un espacio tan sensible como la Reserva de la Biosfera, tras analizar la actitud pasiva de la administración europea en este caso. No obstante, desde Izquierda Unida se recuerda que la Comisión Europea sí advierte a las partes: Gobierno Central, Junta y Gas Natural sobre la normativa a aplicar. La posición de la Junta es importante para el futuro del proyecto pues de ella depende la Autorización Ambiental Unificada (AAU).
Desde Izquierda Unida se reitera su “total rechazo al proyecto de Gas Natural” y la necesidad de que la Junta lo desautorice finalmente a pesar de las amenazas de la empresa y su pretensión de exigir una indemnización.
A juicio de Pedro Jiménez, “Doñana no puede ser un espacio compatible con este tipo de actividades industriales” y recuerda que la Unión Europea ha gastado cientos de millones de euros en la conservación del Parque y en compensaciones económicas para la comarca como para ahora poner en riesgo todo ese trabajo y mirar para otro lado mientras se ponen en marcha proyectos tan agresivos.
El coordinador provincial subraya que Izquierda Unida ha llevado al Parlamento Andaluz su inquietud por el proyecto gasista preguntando al Consejo de Gobierno cuál sería su posición final ante la demanda planteada por Gas Natural de exigir una indemnización de 358 millones de euros y también al Congreso de los Diputados. Además de esta pregunta parlamentaria en el ámbito andaluz, la eurodiputada de Izquierda Unida, Paloma López, preguntó a la Comisión Europea si conocía los permisos que el Gobierno del PP otorgó en 2013 a Gas Natural para extraer y almacenar gas del subsuelo del Parque y si cree que el proyecto se ajusta a la legislación comunitaria.
Las dudas de Izquierda Unida se basan en que Gas Natural ha troceado el proyecto en cuatro declaraciones de impacto ambiental con el objetivo de desarrollar un almacén de gas subterráneo que conlleva 14 nuevos pozos exploratorios y 20 kilómetros nuevos de gasoductos, lo que a juicio de esta organización es “rotundamente inaceptable”.